9. Tercer movimiento "Adagio" de la Novena Sinfonía de Beethoven
Todos, comenzando por mi, nos impresionamos con el último movimiento de la Novena Sinfonía de Beethoven. Es impresionante, fuera de lo humano para mi. Cada vez que pienso que la escribió totalmente sordo, considero que hay algo que no entiendo. Fue declarada patrimonio de la humanidad en el año 2002.
Esta sinfonía es una auténtica revolución musical: Por su duración, por el cambio de orden de los movimientos, por las transformaciones rítmicas a lo largo de la estructura que son absolutamente que rompen con el sentido del equilibrio del clasicismo. Por introducir la percusión pro primera vez en la historia de la sinfonía. Por la inclusión de coro y cantantes. Y por tantas otras cosas más técnicas y complejas musicalmente.
Sin embargo no traigo al blog el cuarto y famoso movimiento. Disfrutad con el tercer movimiento, su Adagio. Son tan bellas sus dos melodías con sus variaciones ¡¡¡¡ No hay que pensar, solo hay que disfrutar.
Muchas veces lo dejamos de lado por el coro final. Un famoso director, Otto Klemperer, comentó: ”En cuanto al Adagio, no podemos hablar de él; sería una blasfemia…”
En otro sitio he leído sobre el Adagio que en él “se vislumbra la muerte como una redención”
(Recordad que estrenó la obra en 1824, totalmente sordo, desesperado, tres años antes de su muerte)
Esta sinfonía es una auténtica revolución musical: Por su duración, por el cambio de orden de los movimientos, por las transformaciones rítmicas a lo largo de la estructura que son absolutamente que rompen con el sentido del equilibrio del clasicismo. Por introducir la percusión pro primera vez en la historia de la sinfonía. Por la inclusión de coro y cantantes. Y por tantas otras cosas más técnicas y complejas musicalmente.
Sin embargo no traigo al blog el cuarto y famoso movimiento. Disfrutad con el tercer movimiento, su Adagio. Son tan bellas sus dos melodías con sus variaciones ¡¡¡¡ No hay que pensar, solo hay que disfrutar.
Muchas veces lo dejamos de lado por el coro final. Un famoso director, Otto Klemperer, comentó: ”En cuanto al Adagio, no podemos hablar de él; sería una blasfemia…”
En otro sitio he leído sobre el Adagio que en él “se vislumbra la muerte como una redención”
(Recordad que estrenó la obra en 1824, totalmente sordo, desesperado, tres años antes de su muerte)
Os pongo esta bella versión de Daniel Barenboim.
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