2.- Muerte de Isolda, de Tristan e Isolda de Richard Wagner (Versión concierto de Jessye Norman dirigida por Karajan en 1987).
La obra Tristán e Isolda de Wagner, abruma, aburre, sobrecoge, impresiona, apabulla,.. Cada uno la recibe de una forma diferente. No es nada fácil aproximarse a ella. Pero es una ABSOLUTA OBRA MAESTRA.
No existe una forma más impresionante y bella de describir el amor, o el desistimiento o la renuncia por el amor.
Empieza la obra con el famoso y enigmático “acorde de Tristán”. Es el leitmotif de la obra. Es uno de los acordes más famosos en la historia de la música y que estaba influenciado por su filósofo de cabecera: Schopenhauer. Se han escrito miles de libros y artículos sobre este acorde.
En una entrevista a Barenboim, hablaba sobre esta obra. Y hacía referencia a que tras este acorde inicial, Wagner mantenía durante cuatro horas la tensión sin “resolver” la música hasta el final. Una resolución es, en la teoría musical occidental, el cambio de una nota o acorde desde la disonancia (un sonido inestable) hasta la consonancia (un sonido más estable y definitivo). Es increíble lo que se inventa Wagner.
He encontrado esto en internet: “Tristán e Isolda es un drama basado en la suspensión o retardo, un recurso musical que se ocupa para generar cierta tensión prolongando la nota de un acorde mientras las demás cambian. Recordemos lo que dice Schopenhauer sobre el retardo: “Es una disonancia que retrasa la consonancia final esperada con certeza, de modo que el deseo de ella se intensifica y su llegada nos satisface más: una clara analogía de la satisfacción de la voluntad aumentada por el retraso”.
El texto que escribió Wagner, como en todas sus obras, merece de por sí una lectura y reflexión:
En el acto I, Isolda habla de su odiado Tristán en ese momento:
“El miró mis ojos,
y de su miseria
sentí compasión;
la espada que mató a Morold
dejé caer; la herida
le curé para salvarle”
A continuación:
“A la que nos unió,
y a quien yo te ofrecí,
consagrémonos juntos:
¡a la dulce Muerte!”
Es interesante cómo utiliza en la obra dos expresiones alemanas, relacionadas pero diferentes: Todestrank: bebida de la muerte y Liebestrank: bebida del amor
Os pongo el fin de la obra. El Liebestod o Muerte de amor de Isolda, que es el término acuñado para describir el aria final. En el trágico final de la ópera, la heroína Isolda se transfigura hacia otra dimensión "muriendo de amor" frente al cuerpo exánime de su amado Tristán. De acuerdo al texto (del mismo Wagner) el Liebestod no está asociado con dolor físico, es una transformación, un paso a otra dimensión, donde el maremoto y a su vez las delicadas olas de sonido a cargo de la orquesta van integrando la voz de la protagonista hasta hacerla desaparecer.
He seleccionado esta versión concierto de este final. Impresionante la interpretación de Jessye Norman dirigida por Karajan. Fue uno de los últimos concierto de Karajan. Además de la interpretación de la cantante y la orquesta, ¡¡¡fijaros en la cara de Karajan¡¡¡. Realmente quien está muriendo es él¡¡¡¡. Y el suspiro final ¡¡¡
Yo he tenido la suerte de disfrutar de esta ópera en Bayreuth hace tres años. Qué experiencia¡¡¡.
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